• Esto significa que nos conocemos demasiado bien pero hace tiempo que nos vemos y algo queda sin decir, podrida ser mas sencillo, veremos como se hace. La necesidad de abrazarte y besarte, hacerte olvidar de todo lo que te hace mal y hacerte feliz, me sobrepasa y llega a cruzar kilometros de distancia hacia vos. Que me pasa? No lo se, porque me pasa? porque soy asi, me dejo llevar y la vida me empuja hacia donde tengo que ir

La historia sin fin

Posted by Ninia Spice On 19:17 0 comentarios



Ya no miraba lo que tus ojos veían, y esto se tuvo que terminar. Tuvimos que cortar la luz para poder dejar de pensar dónde estará mirando la otra. Aprovechamos y probamos si en estas condiciones caminábamos hacia el mismo destino, juntas, de la mano, ayudándonos a encontrar ese camino que tanto queremos transitar.

Pero en vez de ayudarnos, inconscientemente caminábamos mas despacio, para no llevarnos nada puesto, y para no encontrar la salida hacia la luz, donde veríamos la realidad, al principio con ojos entrecerrados, por la molestia que nos produce, y luego claramente nuestras pupilas, al acostumbrarse, notaran el cambio, que ambas producimos, ya no queremos la luz, no la necesitamos mas, al contrario, seria mejor que nunca hubiese vuelto, pero, al buscar el switch para terminar con la claridad, no esta mas allí, desapareció y lo único que queda es buscarlo, cuanto antes.


El problema surge al comprobar que hay dos caminos, dos posibilidades y decidimos ir por separado, nos abrazamos y pactamos encontrarnos nuevamente allí, al regresar.

Confusas pero decididas emprendimos nuestro viaje, al dar los primeros pasos, me di cuenta que no seria tal fácil como lo pensé, estaré sola, tal vez cansada (porque no se cuanto tiempo tardaré en encontrarlo y luego regresar, o querer regresar) y sin poder ver los pasos que recorreré.


Todavía con la luz en mis ojos y al rededor, recorro un camino vacío, lleno de obstaculos que fui corriendo a un costado para que al volver no me impidan hacerlo, otros que no pude retirar ni mover, y sé, luego tendré problemas. Pero no me importó. Seguí adelante hacia lo desconocido, decidida no exactamente a hacer lo planeado, habiendo vivido cosas nuevas, sola, tal vez no quiera retornar.


Seguí caminando y conocí gente desesperanzada, buscando lo mismo que yo, pero ya hace muchísimo mas tiempo, cansados de buscar. A algunos los ayudé a levantarse y les dí ánimos para seguir, a otros tan solo les pregunté a dónde habían ido y por qué no seguían buscando y les dije que tal vez no habían mirado para el lado correcto.

Al continuar por ya un camino angosto, cada vez mas, me encuentro con una pared. No hay salida. Es una pared blanca, casi transparente diría.
Ya sin esperanzas, cansada, me reclino hacia el muro, pero no hay tope, sino que resbalo y caigo hacia el otro lado.

Desconcertada, miro hacia atrás y no veo nada, para todos lados solo veo switchs, de luz, indicando estar en off. Miles, esperando ser encontrados.
Pero entonces recuerdo. Yo venía para apagarlo, no a encenderlo. deberá estar por aquí, pensé. Busque, busque por rincones, pasadillos, mire hasta el techo, hasta que lo encontré, en una esquina, pintada de rojo, con un cartel que decía: "Primero, pensalo, luego, haz lo que quieras". Pero no lo pensé, lo apagué. En ese momento, sonó una alarma, y entró un hombre vestido con un sobretodo negro que le tapaba hasta la punta de sus zapatos de gamuza marrón y le estilizaban su ya robusta estructura, disimulando sus jeans apretados y su camisa rosa. Se acerca y me dice: -"Te felicito, haz apagado esa luz, pero no podrás volver. El otro camino y el tuyo acaban de separarse y no podrán volver a juntarse".

No dijo mas nada y se fue caminando, hacia una puerta, que dejo abierta, invitándome a pasar.

Un poco confundida y aturdida por lo que acababa de escuchar, me dirijí hacia allí, pensando y separando de la realidad mi inconsciente de mi cuerpo, comencé a correr, dejando atrás lagrimas de dolor y de miedo.

No caer, gracias a ellos

Posted by Ninia Spice On 9:13 0 comentarios


Sé que BB, ahora que ya todo pasó, fue un clavo que saco otro clavo. Por momentos pensé que podría llegar a ser algo hermosísimo, pero no fue nada. Ella hizo lo mismo, lo mismo que vos. Pero no me lastimó. Nunca fue algo mas, no éramos nada, solo amigas, que cruzaban sus labios solo para sentirnos queridas por alguien. Pero ella solo quería a otra, que ya le perteneció y sigue cerca de ella, que es importante en su vida, no como yo, que tan solo fui alguien más, al igual que ella para mí y tantas otras que hoy reclaman cosas que no les corresponden. Con ustedes aprendí a no abalanzarme a la pileta, pensando que hay agua y no hay ni un mililitro de agua rosa, ni verde ni azul.

La historia seguirá su rumbo y yo atrás, siguiéndola esperanzada, aprendiendo, feliz de que todo sigue y voy a estar bien. Sé que no estoy sola, tengo cariños que me acompañan día a día en la vida, sigue creciendo la carta, de amistades que nunca voy a perder. M, F y S, siempre estarán ahí y siempre estaré ahí para ellos. En las buenas, en las malas, en las perdidas y encontradas. Aprendí mucho de ellos también, y quiero seguir aprendiendo. Los amo.

Se merecen mucho más de todo lo que les doy, trato de ser la mejor amiga que puedo, y creo que lo soy, pero quiero serlo para siempre.

No me dejan caer en las trampas de la vida, no me dejan decaer, y si me caigo me levantan del suelo, juntos, son mi grúa. Son la verdad de lo que pasa, mi conciencia perfecta. No me dejan morir en el intento de ser feliz, sino que me evitan caer en las trampas, y me abren los ojos antes de caer. Días lluviosos, días de sol, siempre están ahí, con la mejor de las ondas para escuchar todo lo que tengo que contarles, siempre algo nuevo, pero siempre con los oídos abiertos esperando poder aconsejarme. Y lo hacen porque quieren, eso es lo más valioso de todo. GRACIAS CHICOS! GRACIAS!!!!

Ya no te diré un te quiero

Posted by Ninia Spice On 22:06 0 comentarios




Ya no tengo que forzar las horas para esperar a que me des señales de que existes. Ya no tengo que aguantar que desaparezcas de mi vida, (demostrando que no te importo, y que lo nuestro no irá mucho más lejos) y solo aparezcas para verme, para salir, y no tan solo para saber cómo estoy.

Ya no tengo que sufrir tus confesiones de que no soy nadie para vos, disfrazadas de “si me llega un mensaje, y estoy con amigos o haciendo otra cosa, le voy a dar prioridad es esto, porque lo veo más importante, por eso no te contesto”. ¡A BUENO! Creo que hay formas y formas de decirlo y no te caracterizar por ser sutil. Ya no tendré que hablarte por teléfono solo para ver si vamos a salir o no, como últimamente estaba pasando, porque no te hablaré más.

Ya no tendré que sufrir al salir con vos, sabiendo que existirá la posibilidad que te desubiques, que me vuelvas a desilusionar y decepcionar, como también recientemente sucedió.

Ya no tendré que destruirme el cerebro para saber si te sientes cómoda, si realmente querés verme porque me extrañabas o solo por compromiso, o tal vez solo para acostarte conmigo, como un juguete, sin ningún sentimiento por detrás (mi teoría más fuerte hasta el momento) porque no lo harás más, ni pensare más en vos. Ya no tendré que padecer tus planteos de que soy difícil de leer, de que tenés cosas más importantes que hacer (como dormir), de que no vamos ni para delante ni para atrás, de que en un futuro volverás a estar con otra persona, que tu ex, que tu bla… porque ya no lo haré.
(Me acabo de dar cuenta que al escribir, cada vez apreté mas la lapicera contra el papel, ya no lo hare mas, ya no tendré porque hacerlo).

Tampoco tendré que disfrutar de tu sonrisa cuando me veías, tus abrazos cuando dormíamos juntas, tus mates como desayuno de una noche de pasión, de caricias y de besos, ni tampoco de tus charlas, que tanto duraban solo para no tener que retornar a mi hogar, sola, cansada, pero habiendo disfrutado mis momentos con vos (porque sabía que todo lo anterior a este párrafo iba a seguir dando vueltas al bajarme del 24) Te fuiste de mi vida, pero no de mis recuerdos, ni de mi corazón.

No todos son malos recuerdos, como ya lo ves. También están los que no quiero olvidar y me costaran tenerlos lejos y verlos alejarse y perderse en el pasado.
Pero estos me los voy a guardar, no los voy a compartir. Ya es suficiente con todo lo que narre.

A pesar de todo, te doy las gracias, me enseñaste mucho más de lo que pensé, en todo sentido. GRACIAS, TE QUIERO.


Me hago mil preguntas. Algunas de ellas son ¿Me maquiné sola, fue una ilusión todo? ¿Qué significa algo que no fue nada, y fue tan lindo? ¿Por qué no hice nada para avanzar la relación? ¿Si hubiese podido expresar todos mis sentimientos, como seria todo ahora? Pero mejor no pensar en lo que hubiese sido, ahora estoy bien. Extrañándote, vos lejos, yo acá. Pero bien. Todavía no comenzaste tu travesía, y te siento lejos. A veces más cerca que antes. Sé que cuando leas esto, descubrirás mis sentimientos durante esos meses, que nunca pude exteriorizar. Pero no pude. Lo siento mucho, realmente me hubiese encantado ser algo mas en tu vida. Alguien a quien extrañes. Sé que en unos días te volveré a ver. Tengo pensado decirte que te voy a extrañar, y tengo miedo de querer besarte. No creo que pueda. Pero si creo que voy a consumirme en ganas.

Ya no, no puedo

Posted by Ninia Spice On 8:29 1 comentarios

Entonces apareció ella. Se cruzan historias y ya nada importaba.

BB, una mujer hermosa, que me impacto al instante en que la vi. Me dijo: “hace mucho que te vengo viendo, pero no me animo a hablarte”. Yo tampoco me anime, me ayudaron, contesté. Esa noche seguí recorriendo el lugar donde la encontré, cuando la volví a ver, me pregunta, “¿Recordas mi nombre?”. Creía haberlo escuchado, dije BB. ¡Muy bien! Tuve suerte, creo que si no me acordaba, no podría haber seguido mi vida como antes. Todo hubiese cambiado.

Volviendo al tema de D, a tu tema, la próxima vez que te vería seria distinto, estaba animada. Al comunicarme con vos, me dijiste que teníamos que vernos, siempre me decías que querías verme, esta vez, tenias que verme. Raro, realmente. Pensé muchas cosas. Especulé en contarte mi sensación de nuestra última vez, las ganas, surgidas de mi interior más profundo, de abrazarte y besarte y no soltarte. No las había tenido hasta ahora. Capaz porque sabía que te ibas, tal vez porque era el momento de sentirlo y tanto que lo había reprimido salto de golpe.

Te lo conté y contestaste tan seca como siempre. Dijiste, “no sé, tal vez, pero vos sos muy difícil de leer”. ¿Nada más? Bueno, entonces esto no va mas, pensé. Nunca nos dijimos un te quiero, nunca hablamos por teléfono, ¿cuándo pasa eso? Cuando la relación no va ni para adelante ni para atrás, tal cual lo habías dicho vos. Había que terminar todo. Vos te ibas, yo me quedaba. Tristemente esto sucedió, nos vimos después de mi trabajo y terminamos todo. Empezaste a hablar vos, yo te terminaba las oraciones. Esto no da para más dijimos, nos gustamos, la pasamos bien, pero somos solo amigas que tienen sexo. Es verdad y lo asumo.

No pude despedirte con más que un abrazo. Aunque quería besarte, sobre esa avenida esperando el colectivo, no pude, no me nació. Te vi partir y quise llorar. Camine sola, realmente sola, ahora sí. Estaba sola. No me puse mal, me anime a mi misma pensando que cada vez que la veía a D, volvía mal, llorando, triste.

Recuerdo la última vez que nos vimos antes de este episodio, fue en un boliche. No sabía que irías. Yo estaba ebria, con un amigo. Apareciste con un “¡HOLA!”. No sabía quién eras, cuando me di cuenta, baje a tierra y te abracé. No quería que estés ahí. No esa noche. Si tan solo no hubieses estado con esa chica. La cual dijiste que era una amiga, al igual que las demás. Pero en el transcurso de la noche no pareció. Parecía algo más. Me molesto, pero tal vez me lo imaginé. Uno ve lo que quiere ver. Tal vez quería verte así con ella, para saber que esto ya había terminado. Me porte mal yo también, lo sé. Pero no puedo ni reproducirlo en palabras, estaba herida y confundida.

Esa noche, no estaba preparada para verte, pero, mis ganas de besarte y abrazarte me superaban. Te iba a buscar pero estabas muy cerca de ella y tuve que huir. Finalmente me perdi entre la gente y volvi con mi amigo, sin saludarte, sin un beso. Claramente ya no daba para mas. Lo maximo que habiamos vivido juntas fue ese fin de semana, anterior a esta noche, pero ahi te senti mas como una amiga que como algo mas. Eso me dolio en el alma y no soporte mas.

Ya está y espero entiendas esta es una forma de descargar todo lo que no pude decir...

Y no supe como manejarlo

Posted by Ninia Spice On 20:14 0 comentarios

Somos de papel, como una servilleta, se rompe y se arruga tan fácil, con solo un gesto.

Tiempo después te fuiste de vacaciones con amigas, y algo cambio en vos. Volviste y me dijiste: “Me voy de viaje, por todo el país, y no sé si vuelvo”. Me desequilibré, todo lo que tenía planeado decirte, todos los te quiero que nunca te dije, todos los abrazos con cariño que te quería dar, todo el futuro que teníamos, tan lindo, no iba a pasar. Pero nos seguimos viendo como si no te fueses. Recuerdo cuando volviste del viaje, el primer beso que me diste decía muchas cosas, decía te extrañé y estoy feliz de volverte a ver.

Compartí mis sentimientos con mis amigos, y no sabía si decirte que te iba a extrañar, que te quiero, que realmente las últimas veces crecieron mis sentimientos hacia vos o cortar con todo y terminar de sufrir. Ellos me decían que no podía seguir con esto, que lo corte, que no me estaba haciendo bien.

Con los pies en la tierra

Posted by Ninia Spice On 8:39 2 comentarios



Pero antes de aclararte esto. Sucedió algo que cambió un poco las cosas, o tal vez no, tal vez las endureció más para que tarde en poder moverse. Besaste a otra mujer delante mío. Fue solo un beso decías, no fue nada mas, pero no me pareció bien. Vos podes hacer lo que quieras, estar con quien quieras, pero ¿el respeto donde está? Esto modificó mi forma de pensar hacia vos. No totalmente para mal, pero realmente con ese beso sentí que me decías: “No te quiero, sabelo”. Fue re duro, pero lo deje pasar, dije que no pasaba nada, que estaba todo bien, porque lo estaba, pero no TODO. Te disculpaste, acepté las disculpas. Ahora bien, me gustaría saber si realmente quisiste decir eso, si quisiste decir no te quiero, o tal vez pensaste que iba a hacer lo mismo que vos. Pero no. Delante tuyo no. Recuerdo que esa noche no salió nada bien. Cuando terminó, me miraste y me preguntaste que iba a hacer. Te dije que me iba a dormir, con mi mejor cara de no me pasa nada. Supuse que querías hablar de lo que había pasado y decidimos ir a caminar. Luego de una charla explicativa, me fui a mi casa, a dormir, con bronca, con tristeza. Pero ¿Por qué?
Ese día a la noche, me llego un mensaje, inesperado realmente. Estaba durmiendo, y me quito el sueño. Me pedias que me conecte, que querías hablar conmigo. Ya estaba despierta, por lo tanto no tuve problema y prendí la computadora. No estabas, te esperé. A la hora apareces como conectada y empezó la charla.
Me di cuenta que no tenias en claro que te estaba pasando. Dijiste cosas horribles que me hicieron pensar. Dijiste que no te gustaba que te usen. ¿Yo? ¿Usarte? ¿Cuándo? También comentaste que si ves que una relación no va ni para adelante ni para atrás, la cortas, pero que yo te gustaba y no querías dejarme. Terminamos de hablar y me dijiste: “Olvidate todo lo que te dije, hacé como si no pasó nada”. ¿Cómo hago eso ahora? Bueno, lo dejo pasar…
Nos seguimos viendo, como si no hubiese pasado nada, tal cual como querías. Tantas cosas pensé en esos momentos que, insólitamente, te quise más.

¿Confusiones?

Posted by Ninia Spice On 14:28 1 comentarios


Si en algún momento te hice confundir de que era lo que yo quería con vos, o sea, como cuando te abrazaba y te pedía perdón, era porque yo estaba confundida pero no porque no sabía qué era lo que quería, si sabía, pero no de vos, no quería que te confundas, quizás no quería que te enganches por miedo a hacerte sufrir. Tal vez mas adelante sientas algo mas por mí, lo cual me haría bien, y espero yo sentir lo mismo por vos.

Quiero conocerte, quiero quererte, quiero que me quieras, no te lo voy a negar, pero con tiempo.

Quiero conocerte más, pero sin ataduras. Acabo de salir de una bastante seria, y no siento fuerzas para poder seguirla con otra persona. Si esto llega a cambiar, te lo voy a hacer saber, te lo prometo. Y espero lo mismo de vos.

Sé que pensamos igual, pero quería dejarte en claro todo lo que yo siento y sentí. Esa noche parecía que había quedado todo en claro, pero cuando llegue a mi casa, comencé a pensar que no todo había sido hablado, había detalles que tal vez hacían confusa la charla. Yo te dije que no quería nada serio, pero no porque quiero fiesta, porque quiero estar con todo el mundo, porque quiero joda, no. Sino porque no me siento preparada para una relación en este momento de tanta magnitud. No estoy preparada para volver a amar. Tan simple y confuso como eso. Yo realmente creo que nosotras podemos llegar a mucho más de lo que estamos en este momento. Vos dijiste que no creías que había mucho futuro, y que eso te aburre y que te sentías usada. Con esa frase me partiste el corazón. Yo no te uso, sino que me gusta estar con vos, me gusta verte y hacerte reír. Nos llevamos bien, no tiene porque terminarse todo esto por un pensamiento tan cerrado. Tal vez en un futuro las dos cambiemos y podamos ser algo más. Pero por ahora no. Lo bueno es que pensamos igual, por lo menos así lo creo yo.

Incoherencia de sentimientos

Posted by Ninia Spice On 10:08 1 comentarios


Una amiga me dijo: “Si te quiere ver, y cuando se ven se dan cariño, besos y está todo bien, recibir de vos un te quiero va a ser muy lindo, muy tierno y capaz ella siente lo mismo y no se anima”. Ese día me inspiré y escribí esto:

INCOHERENCIA DE SENTIMIENTOS

Ya lo tengo decidido, voy a decirte que te quiero... que me gustas mucho... tan fácil es y tanto me cuesta, me cuesta porque... no sé, no tiene sentido. Siento que te lo quiero decir, pero no quiero verte, quiero cerrar los ojos y decirlo, sin escucharte, irme corriendo y no verte más. Que me vayas a buscar sería lo mejor que me puede pasar. Que digas yo también, yo también te quiero, pero no sé si lo quiero escuchar, no se... o si, tal vez si.
Esta incoherencia de sentimientos es la felicidad que me hace levantarme día a día. No quiero llegar a tener q decírtelo por este medio. Esta carta no la leerás hasta que te lo haya dicho, la leerás pensando en el pasado, lo pasado pisado. Pensaras que soy muy complicada, muy inmadura o tal vez no, tal vez pienses que soy muy dulce, que pienso en vos tanto que te dedico tanto tiempo, taaanto tiempo. Si tan solo yo supiera en este momento lo que vos sentís, estaría pensando en vos, escribiría sobre vos, pero de vos... no de mi... quiero dejar de hablar de mí, por favor, escúchame sin verme... te quiero... te odio... me gustas....




Luego de un tiempo pensando que era realmente lo que me estaba sucediendo, todo se aclaró. Yo te quiero, me gustas, pero no estoy preparada para una relación ni seria ni para un noviazgo, hace muy poco termine un matrimonio en el cual sufrí y fui feliz. Pero puse una barrera difícil de cruzar. Y decidí no decirte nada.
Tenía que hablar con vos
Tuvimos esa charla. Situación incómoda. Empezaste a hablar. Dijiste que no querías nada serio, lo cual yo tampoco. Necesitas estar enamorada para ponerte de novia, yo también. Y no lo estoy. No es necesario ponerle titulo, mucho mejor. Pero realmente, ¿que soy yo para vos? No quiero que me digas, te quiero, ni nada, o sea, si lo sentís, todo bien. No es ese el punto. Sino que me digas, en tu cabeza, que soy… una amiga con derecho, alguien a quien ves y la pasas bien, alguien que querés conocer y si más adelante se da algo, buenísimo. Contame, quiero saber. O sea, para mi vos sos alguien con quien me llevo bien, que me gusta estar con vos, que te quiero conocer más. Pero no poner seria la relación. Para nada. Porque la paso bien, pero quizás la forma en la que te conocí, el lugar, mi situación, da todo como para que no pueda sentir más que cariño. Pero si ganas de estar con vos, de abrazarte, de besarte, de conocerte, de conocernos. Realmente es una sensación rara la que siento. No estoy enganchadísima, para nada, pero a veces me doy cuenta que estoy pensando en vos. Pero no porque te ame, porque realmente no lo siento así, sino porque te conozco un poco, porque vivimos momentos importantes juntas aunque no parezca. Y más aun antes de tener la conversación que tuvimos, estaba confundida, no te lo voy a negar, pero pensando, me di cuenta que si, sos importante, formas parte de mi vida, pero quizás hay algo en mí que no me deja seguir, lo cual lo veo positivo en este momento. Si más adelante sentís algo mas por mí, te pido que me lo digas, si puedo hacer algo para que sientas algo mas por mí, decímelo, si hay algo que te moleste de mi, que no te parezca bien o lo que sea, también, contame, decime. Quiero poder llegar a tener la confianza suficiente para dejarte en claro que no soy una persona tan cerrada, que tengo ganas de cambiar, que tengo ganas de hablar. No quiero que si en algún momento se tenga que dar otra charla, tenga que esperar a que hables vos. Es horrible. Me sentí re mal, re estúpida.

Pasos firmes

Posted by Ninia Spice On 10:13 2 comentarios


Al llegar, descubriste que estábamos solas. Me ofreciste mate y lo acepté. Compartir ese momento con vos fue muy lindo. Pensando lo que había dejado atrás, seguí adelante y comencé a conocerte. Decidida a profundizar en la conversación, me alenté en nosotras. Hubo un pequeño momento de silencio en el cual decidiste ir a musicalizar la situación. Te seguí el paso y al darte cuenta te detuviste, diste media vuelta y me besaste. Te sentí más cerca. Quería llorar, de alegría, realmente me gustas, quería decírtelo. Allí empezó todo. En esa habitación. Se encendió la pasión y lo hicimos. No se me pasó ningún detalle de esa noche, los cuales quedarán en mí para siempre.

Nuestra primera vez fue para vos. Te la dediqué enteramente. No podía pensar en mí, con vos adelante, jamás. Ya habría tiempo más adelante. El hacerte gozar es la parte que mi cuerpo necesitaba. Desde ese día, supe que te volvería a ver, no quería que sea solo de una vez. Te hiciste querer.

Tanto tiempo libre para pensar, me comía la cabeza. ¿Le habrá gustado? ¿Querrá algo serio? ¿Querrá verme de nuevo?, esas y muchas preguntas más me pasaron por la cabeza y no me animé a preguntarte. No sé porque, no creo ser de esas personas que necesitan saberlo todo, o tal vez sí, pero no lo demuestro y no puedo hablar.

No apareciste por unos días, pero no me pareció mal, sino todo lo contrario. Me hizo bien ese tiempo de reflexión y de aire. Después de una relación de asfixie lo necesité y te lo agradezco y sigo agradeciendo. Podrá ser que lo hagas sin intención, pero yo no, tengo continuamente el terrible deseo de saber como estas, que contás. Pero creo yo, por costumbre. Me hiciste ver con el tiempo que no es necesario, que estás bien sin saber de mí. Duele un poco, pero piso firme y pienso que es correcto y sano.

Luego de ese día, nos volvimos a ver varias veces y me di cuenta que en cuanto me decís de vernos, estoy dispuesta a hacer lo que quieras. No importa cuándo ni dónde. Quiero demostrarte que en lo que me necesites estoy ahí. Si estas lejos de tu casa y querés volver con alguien, ahí estaré, si necesitas un abrigo, te lo llevaré. No creo que sea bueno, pero así es.

Rompimos la barrera y con miedo a caer, voy al fondo, al centro y luego retrocedo. Te empecé a querer, pero no me animo a contártelo. Tal vez me encerré en mi misma, o tal vez, al no recibir respuesta de tu parte, me inhibo. Si lo sentís, decímelo, te lo suplico hermosa.

De tanto pensar, comencé a escribir nuevamente. Por una casualidad, subí frases viejas y te llamaron la atención. Me dieron más ánimo y comencé a escribir sobre vos, sobre mí, sobre todo.

No me animo a decirte que te quiero, suena ridículo, pero es así. Tengo impulso, pero me los reprimo, inconscientemente siento que no te va a gustar, que no es lo que esperás.


La desición verdadera

Posted by Ninia Spice On 4:25 0 comentarios


Narrada mi sexualidad levante al viento mi dicha y me libere como pichón de jaula. Feliz de encontrarte en aquella esquina, disimule mis ojos hinchados por la noche de rescate con una sonrisa y te hable como pude, lo más natural posible. Realmente todo esto él no se lo merece. Tengo que dejar eso en claro porque mi conciencia no me dejaría tranquila, ya bastante con todo esto. Se ha portado muy bien conmigo, me comprendió y me dio tiempo de estar en su casa hasta que pueda organizar mi vida y encontrar donde ir a vivir. Se lo agradezco de corazón y lo aprecio muchísimo. Pero todo continúa y cambia. Yo cambié y acá estoy, luchando por seguir de pie y realmente feliz.

Esa tarde fuimos a un bar, uno tranquilo, pedimos una cerveza y hablamos de la vida, de cómo nos descubrimos, como y a quien le contamos de nuestra elección sexual. Te conté que me separaba y no sentí emoción concreta de tu parte. Tenía muchas ganas de besarte y abrazarte. Cuando me di cuenta de esto, pensé que todo se había dado vuelta en menos de un mes. Jamás había sentido ganas de abrazar con cariño a una persona por lo menos luego de los 2 o 3 meses de conocerla.

Quizás sentiste algo parecido, ya que dijiste de ir a otro lugar, otro lugar donde podríamos estar más cómodas. Te seguí, con respeto y decisión.

Entramos al segundo lugar de la noche, pedimos un trago y nos sentamos en un sillón. Al minuto dijiste que ibas al baño, no aguante más y antes de verte ir, nos besamos. Luego volviste y seguimos hablando, pero en un momento te mire a los ojos y no me resistí nuevamente. Te bese y no paré. No podía.

Me despediste esa noche y sentí que había algo más, pero no estaba segura, tendría que preguntarte, si es que me animaba.

Continuamos hablando, pero ya era distinto. Nunca creí que me pasara algo profundo, pero sabía que algo había. Una conexión tal vez, sexual, pero presentía que había algo más. Un día dijiste: “tengo ganas de verte”. Yo ya estaba separada, pero vivía todavía con él. Situación rara, complicada, ya lo sé. Pero también tenía ganas de verte. Dije,”Bueno, veámonos”.

Te fui a buscar a tu trabajo. Nuevamente te espere en esa esquina, esta vez con ojos lúcidos y transparentes. Estaba feliz, se me notaba. Esa tarde querías hacer algo tranquilo, y dijiste de ir para tu casa. Te seguí como de costumbre, unos cuantos quilómetros lejos de mi hogar, pero al fin te seguí porque sabía que estaba con vos. No recuerdo haber dudado. Sabía lo que iba a pasar y quería que pasara.

Recordando historias pasadas...

Posted by Ninia Spice On 13:07 0 comentarios


Pasó mi cumpleaños, con familia, y renovando amigos del pasado. Estaba en un proceso de transición. Hace poco había tenido una aventura con una mujer y me había gustado. Estaba decidida, no podía seguir con mi vida normal, tenía que cambiar, tenía que hacer algo.

Un día de septiembre visité a un amigo con la excusa de disculparme por motivos no relevantes ahora. El estaba en la misma que yo, pero ya lo había aceptado y me lo había contado. Con confianza fui a recitarle mi situación y la recibió como yo lo había pensado. Me ayudó, me apoyó y se convirtió nuevamente en mi confidente. Al día siguiente se lo confesé a una amiga. Sorpresivamente no se asustó, sino que me conto que ella solía hacer cosas parecidas. Ya tenía dos cómplices: F y S.

2 de octubre de 2009. Fui a la casa de F, sabiendo a donde nos dirigíamos esa noche, por segunda vez salí desde hacía meses. El sábado anterior habíamos ido al mismo lugar a probar suerte y resulto ser la mejor noche. Hasta ese momento.

Este segundo día de octubre cayó viernes, fui a lo de mi amigo y me encontré una sorpresa. M, una persona que conozco desde que nació, y siempre fuimos compañeros, amigos y una vez noviecitos, era otro del club. Me puse feliz que seamos los cuatro iguales. Esa noche, tenía que ser la mejor, claramente. Recuerdo una frase que dijo M a S: “Lo que pasa en la Plop, queda en la Plop”. A lo que ella respondió: “Por Supuesto”. Ahí supe que nos íbamos a entender todos.

Una noche de diversión, terminó mejor de lo que lo esperaba. Fui con amigos a patear la pista y te encontré. Eras amiga de la amiga de un amigo. Pregunté si se podía y no hubo negación. Nos pusimos a bailar y no salieron palabras, nos besamos y hubo silencio, solo escuchaba tu respiración sobre mi cuello, sobre mi pecho. Hubo momentos de interrogación, las cuales evite lo más posible. Yo era de otra persona, pero esa noche fui tuya.

Recuerdo que antes de dejarte me pediste un contacto, te lo facilité, me sonreíste, y me fui. Me fui pensando en vos, en tus besos, en tu cuerpo, en lo que había hecho. Pensando que no te vería mas, me quedé tranquila y me fui con M, los demás ya se habían ido. Me preguntaba que me pasaba, que por qué estaba con una sonrisa. Le conteste que no pasaba nada, solamente me sentía rara, no confundida, para nada, sino rara. Por primera vez alguien me hizo sentir rara, distinta.

Incluso Florencia, una chica que hizo que mi vida diese un vuelco, que me hizo conocerme realmente como era, jamás hizo sentirme rara. He vivido cosas que jamás volvería a vivir, pero todas las experiencias con ella quedaron grabadas y no olvidaré nunca.

Problemas en casa, sin que él lo supiese, me fui a dormir entre sonrisas y llantos, sabiendo que había estado mal, pero también reconociendo lo que estaba sintiendo. Sensaciones raras, viejas, nuevas, hermosas y atemorizantes. Se aclaro mi mente y me decidí, no podía seguir así, no más. Esa noche renové mis ilusiones. Supe que no todo estaba perdido.

No sabía si te volvería a ver. Nunca me había pasado, de pensar en alguien que había besado, solo por una noche, por una noche de baile. Nunca más me pasó. Pero no iba a aceptarlo.

Al no pensar que te volvería a ver, seguí mi vida, rutinaria, tranquila, pero desmoronada. Decidí que no había sido nada importante y que tenía que pensar en otra cosa. Eso hice, pensé en mí y me deje llevar. Luego mi cabeza decidió buscarte, te encontré y comenzamos a hablar. Dentro de mí seguí pensando que no fue nada, que fue solo un desliz. Ya había estado en esta situación y no deje que esto pasara. Por lo tanto, me enderece y seguí.

Al encontrarte te conté mi situación. Recuerdo que pensaste que tenía novia, pero no, estaba casada, tristemente casada, con un hombre. Hacía ya un año que venía dando vueltas en una circunstancia muy complicada. Engaños, salidas encubiertas, sexo requerido y rechazado por parte de él, y varias cosas más. Mi marido no sabía nada, no sabía cómo me sentía. En mí, me encerré y ahí me quedé. Quieta y muda, en un armario pequeño y sin movilidad, incomoda y dolida.

Me dijiste que no querías estar con alguien como yo, lo entendí, pero no te hice caso. Decidí ir para adelante cueste lo que cueste. Yo dentro de mí sabía que mi relación matrimonial no iba a durar mucho, y me interesaste, me cautivaste. No sé si para un trato serio, pero si para conocernos y poder conversar y poder salir y divertirnos, solo quería verte una vez más y reconocer que no estaba equivocada, que no fuiste solo un beso de baile, sino que fue algo más.

Insistí en verte, dijiste que sí.

Tendría que haber sido una salida oculta, pero no me importó, dije que salía con una amiga, lo cual era verdad. Fuimos a comer, estabas hermosa, recuerdo que tu remera dejaba ver tu espalda, tu tatuaje que tanto me gustó cuando lo vi. Luego fuimos a un bar, uno en el cual podríamos estar más tranquilas y poder establecer más que una conversación interesante. Hubo un momento, el cual me quedo grabado, en el que dijiste: “¿Por qué tenés que estar casada?” no pude responderte con palabras, por lo tanto te besé. La pasión de tus besos me hizo olvidar de todo lo demás. No recuerdo como hice para despegarme, pero lo hice y rechacé tu invitación con dolor. Invitación que esperaba retomar en otra salida. Si es que querías.



CONTINUARA...